El jabalí es un mamífero de tamaño mediano provisto de una cabeza grande y alargada, en la que destacan unos ojos muy pequeños. El cuello es grueso y las patas son muy cortas, lo que acentúa aún más su rechoncho cuerpo, en el que es mayor la altura de los cuartos delanteros que los traseros, a diferencia del cerdo doméstico, que por evolución genética ha desarrollado más la parte posterior de su cuerpo, donde se localizan las piezas que alcanzan más valor en el mercado de las carnes.
Aunque de mala vista ésta está compensada con un importante desarrollo del olfato y del oído. El olfato es un sentido muy desarrollado, de modo que le permite detectar alimento o enemigos a más de 100 metros de distancia, localizar trufas y otros vegetales y animales bajo tierra. El oído está también muy desarrollado y puede captar sonidos imperceptibles para el oído humano.
Sus pelos son gruesos y negros midiendo entre 10 y 13 cm en la cruz y unos 16 cm en la punta de la cola. El color de la capa o pelo es muy variable y va ir desde colores grisáceos a negro oscuro, pasando por colores rojizos y marrones. Las patas y el contorno del hocico son más negras que el resto del cuerpo. La crin que recorre el lomo a partir de la frente, se eriza en caso de cólera. El cambio de pelo tiene lugar hacia mayo o junio, aunque la hembra con crías muda más tarde. En verano las cerdas son más cortas.
Las crías, que nacen con unas características rayas longitudinales a lo largo del cuerpo, lo que les ha dado el nombre de rayones, posteriormente desaparecen a lo largo de los primeros meses de vida y su pelaje se oscurece, pasando del rojo (bermejo) en los primeros meses, al marrón y negro en los ejemplares adultos.
El jabalí durante el día es normalmente sedentario, pero durante la noche puede recorrer distancias considerables, que pueden ir desde los 2 a 14 Kms por noche, normalmente al paso cruzado o al trote ligero, mientras que en las huidas pueden practicar un vivo galope, que sin embargo solo pueden mantener durante un corto periodo de tiempo.
Los baños de barro desempeñan un importante papel en la ecología de la especie, considerándose que tienen varias funciones. Así: aseguran su regulación térmica, en cuanto que el jabalí no suda al tener las glándulas sudoríparas atrofiadas.
La cabra montes es una especie muy antigua, estimándose que en el Plioceno (hace 7 millones de años), los caprínidos de Asia central llegaron a Europa y fue hacia la glaciación Riss cuando aparece la forma ibérica del género Capra ya diferenciada de la ibex del centro de Europa.
La cabra montes ha sido una especie que se ha cazado desde los albores de los tiempos primitivos, como lo atestiguan las numerosas escenas de caza de cabras que representan pinturas rupestres. En la cueva de Pair-non-Pair (Francia) se ha encontrado el grabado rupestre más antiguo. Durante los períodos fríos del Pleistoceno, las montesas habitaban en los valles y zonas más cálidas, de modo que abundaban en los valles bajos de toda Europa central y meridional. Posteriormente y por la presión humana en su caza, se refugió en las cumbres más altas e inaccesibles, donde quedaron acantonados los últimos ejemplares de esta especie.
En la península ibérica se han descrito cuatro subespecies de cabra montes que se basan en la corpulencia, distribución de las manchas negras del pelaje de los machos y longitud y sección transversal de la cornamenta:
Capra pyrenaica victoriae (Cabrera, 1911).
Capra pyrenaica hispanica (Schimper, 1948).
Capra pyrenaica pyrenaica (Schinz, 1838).
Capra pyrenaica lusitanica (Schlegel, 1872).
La cabra montés, habita en la península ibérica desde las altas cumbres de Sierra Nevada ,hasta el nivel del mar en la zona costera que limita las provincias de Granada y Málaga. Suele separarse en grupos de sexos que pueden superar los 30 individuos: los machos por un lado y las hembras junto con los jóvenes, por otro. En los rebaños de machos no hay cooperación ni jerarquía social, mientras que el grupo de las hembras parece estar mandado por una adulta experimentada. Los individuos solitarios suelen ser raros, normalmente machos viejos que han perdido su poderío. Estas agrupaciones se desbaratan en tiempo de celo en el que se forman rebaños mixtos.
FUENTES: GOOGLE
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